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INTRODUCCION
Hebreos 11:27 (NVI)
Por la fe salio de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey, pues se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible.
No se tu amado mio, pero mi vida esta llena de momentos donde donde uno mira hacia el norte, hacia el sur, al este y el oeste, y pareciera que no hay señal, que no hay puerta que se abra, o esperanza que se asome. Y al final, cuando uno decide voltear la mirada hacia arriba, como quien tiene un grito de auxilio guardado, tambien pareciera que nadie esta ahí, pero en el fondo de tu corazon algo te dice, alguien te dice, que sigas mirando, que no muevas tu vista, porque si hay alguien, solo que ese alguien no se ve en lo natural sino en lo sobrenatural.
APRENDIENDO A MIRAR EN LO SOBRENATURAL
En una ocasion Jesus se quejo de sus discipulos diciendo: hasta cuando he de estar con ustedes. Su queja venia como resultado de que no importaba cuanto Jesus hacia por ellos, en el momento de la prueba siempre les volvia a faltar la fe. No aprendian a mirar en lo sobrenatural, siempre se quedaban en lo natural.
La razon que los discipulos siempre se quedaban mirando lo natural es sencilla: es lo mas facil de hacer. Mirar en lo natural no requiere esfuerzo. Mirar las circunstancias que uno tiene delante es lo mas directo, es el camino que menos esfuerzo requiere. Ahora, mirar mas alla, poder meditar en el poder de Dios, en como Dios se ha movido en otros tiempos con circunstancias similares, eso requiere esfuerzo.
Pero cuando uno aprende a mirar en lo sobrenatural, cuando uno aprende a mirar aquellos momentos donde otros siervos y siervas del Altisimo pasaron por situaciones dificiles pero se atrevieron a creerle a Dios, se atrevieron a abrir sus labios y hacer declaraciones de fe donde Su Nombre era glorificado, se atrevieron a caminar no por vista sino por obediencia, soteniendose no de la logica, o de muletas, pero mas bien sosteniendose como uno que ve al que nadie ve, como uno que ve al Invisible, al todopoderoso, al Dios que llama lo que no es como si fuese.
MANTENIENDONOS FIRMES
Todo hombre que ha peleado fisicamente sabe que cuando se esta recibiendo golpes no importa por donde vengan los golpes la debilidad se siente en las piernas. El golpe puede ser en la cabeza, pero la debilidad es en las piernas, el golpe puede ser en el torso, pero uno siente que se va a caer porque las piernas no nos quieren sostener.
Cuando el cristiano es golpeado, el primer impulso, el deseo mas fuerte es salir corriendo, dejarlo todo, darnos por vencido teniendo la esperanza que alguien nos va ayudar, que alguien nos va a recoger. Decimos cosas como la obra no es mia, es de Dios. Pensamientos nos atacan diciendonos que ya no podemos, que estamos debiles, que el enemigo (el problema) es grande. Y cuando nuestra cabeza esta siendo golpeada por tales pensamientos, sentimos que las piernas se nos aflojan, nos desanimamos, ya ni siquiera queremos orar. Nuestra alma se duele, nuestros sentimientos son heridos, perdemos la fe en las personas. Y asi somo golpeados en nuestro pecho, en el mismo corazon, y de nuevo la debilidad se nos refleja en las piernas, de nuevo queremos correr.
Miramos hacia el cielo y aunque no lo vemos, nos recordamos que El si esta en el trono, que nadie lo ha movido, que el es firme. Señor mi mente me traiciona, pero mis pensamientos estan sujetos a ti mi Rey, por lo tanto los golpes no son a mi que me lo estan dando sino a ti, y te miro, si Señor, ahora si te puedo mirar, y al mirar al Invisible, me doy cuenta que todavia el sigue firme, y mis piernas se afirman! Cuando mi corazon es golpeado, no me quedo mirando mis heridas y teniendome lastima, sino que recuerdo que mi corazon descanza en su corazon, que mi carga ya no la llevo yo sino la lleva El, vuelvo a mirar, a mirar al Invisible, y veo que todavia esta firme, que nadie lo ha movido, y mis piernas vuelven a tomar firmeza, aleluya, y vuelvo a sentir que fuerzas nuevas suben y llenan mi ser hasta desbordarse.
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