El libro que tienes en tus manos habla acerca del rumbo de tu vida, de las normas de conducta a seguir, y de un Dios que te ama sin condiciones. Ciertamente, la Biblia es un libro extraordinario y millones de personas la han creído con poderosos resultados.
En primer lugar, es asombroso el pasado de nuestra Biblia. ¡La realidad de este libro es un milagro! Por un momento trata de soñar con el proyecto de editar un libro. Pero, para eso, reunirás los escritos de unas 40 personas que nunca se conocieron, porque vivieron en diferentes épocas y residían en diferentes países. Unos eran profesionales, otros agricultores, unos poetas, otros políticos. Además, no hablaban el mismo idioma; más bien entre todos manejaban al menos 3 diferentes lenguas. Por supuesto, sus contextos familiares, sociales y económicos eran totalmente distintos. ¿Tienes el cuadro? Entonces, déjame preguntarte algo… ¿de qué se trataría el libro? ¡Vaya! Seguramente tendrías que titularlo “Ensalada de ideas – lea un poco de cada cosa y no aprenda nada”.
La Biblia fue escrita durante un período de aproximadamente 1,600 años pero todos los que participaron escribieron acerca de una misma idea: Dios salva al hombre. Nunca se contradicen, más bien se complementan. ¡No cabe duda de la acción de Dios preparando su mensaje para que tú pudieras conocerlo!
Cada generación que la ha tenido en su poder ha testificado el cumplimiento de sus líneas. Por ejemplo, al remontarnos al primer siglo, los escritos bíblicos fueron tremendamente relevantes para todos. El Antiguo Testamento, presenta numerosas referencias a sucesos en la vida de Jesús, cientos de años antes de su nacimiento. Lo sorprendente es que cada uno de los pormenores que los autores bíblicos predijeron se consumó sin ningún error. No obstante, algunos han pensado que un complot masivo podría haber logrado lo mismo, al manipular los eventos. Sin embargo, me parece que por lo menos dos de ellos jamás podrían haber sido modificados por humanos: su nacimiento virginal y su resurrección (¿Tienes alguna duda de esto? Mira a los discípulos muriendo por estas cuestiones ¿Morirían por una mentira?). Aquellos hombres y mujeres en la época de Jesús fueron testigos de la exactitud de la Biblia.
En segundo lugar, es desafiante el presente de la Biblia. Las verdades bíblicas siempre se cumplen en el presente de cada persona. Se cumplieron en la historia, se cumplen en la actualidad. Cada día, miles de personas comprueban la autenticidad de su mensaje. Muchísimos son los jóvenes que han experimentado el poder transformador de la Biblia. Ellos se fían de sus enseñanzas y procuran desarrollarlas en sus vidas. No importa la época, se cumplirá también para generaciones futuras. El contenido de la Biblia siempre es sumamente contemporáneo y efectivo. Son las instrucciones que Dios ha preservado para guiarte a las mejores decisiones.
En tercer lugar, es importante el futuro de la Biblia. Todo lo que la Biblia dice, sucede. De allí que, todo aquello que no se ha cumplido, se cumplirá en su momento. Hay cosas que ni siquiera podemos imaginar que podrían llegar a ser, pero un día reconoceremos lo que el texto anunciaba.
Déjame lanzarte una pregunta. ¿Estás tú convencido de que si murieras hoy en un accidente, irías al cielo? ¡Vaya! Yo sé que no tienes planes de morir, pero un accidente puede ocurrir en cualquier instante. Entonces, ¿estás listo o no? Lo mejor, es confiar en la Biblia y buscar la respuesta a tan pertinente interrogante. Encontramos en I Juan 5:13 el siguiente mensaje: “les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna”. ¡Magnifico, tenemos buenas noticias! Existe una vida después de la muerte, por lo que hay esperanza de un futuro mejor. ¡Es lo que la Biblia afirma! Y es una verdad que no puede fallar. Aunque, si observas adecuadamente el mensaje, existe una condición; una decisión que cada uno debe tomar: creer en el Hijo de Dios.
El futuro de la Biblia, es su cumplimiento en el tiempo perfecto. Esto nos incluye a ti y a mí, por lo que debemos escuchar con atención a las palabras de Dios.
Entonces, ¿podemos confiar en la Biblia? ¡Por supuesto! Se trata del mensaje de Dios mismo para ti. Pero espero que no limites tu confianza a un mero entendimiento intelectual.
